Conservación, Comercialización y Conflicto [con los Crocodilianos]

En sintonía con el debate acerca del levantamiento de la veda del Caimán Aguja (Crocodylus acutus), y de la ridícula tendencia del hashtag #DuqueRespeteALosCaimanes, se me ocurrió que a algunas personas les sería util poder leer en español los textos que traigo aquí. 

Cuento con un lindo ejemplar de esta obra de unas 650 páginas, mi esposa me lo regaló de cumpleaños en 2015.

El libro del que provienen estos textos es la última gran compilación sobre la biología y conservación de los crocodilianos, escrito por el especialista australiano en cocodrilos Gordon Grigg e ilustrado por David Kirshner, y publicado en 2015. Las partes traducidas aquí corresponden al capítulo final, llamado "Conservación, Comercialización y Conflicto".

Dos de los tres temas principales en este capítulo son la conservación y comercialización de los cocodrilos y, lo que es quizás sorprendente, una mejora en la situación para algunas especies ha ido mano a mano con el uso comercial regulado, más que con la protección completa. Esto va en armonía con el concepto de alcanzar la conservación de las especies silvestres al hacerlas comercialmente valiosas: es decir, al ser cosechadas en proporciones sostenibles (‘uso sostenible de la vida silvestre’, USVS*). Este es un concepto que se desarrolló en los años 1970 y tomó fuerza en los 1980. La idea, que a veces se encapsula en la frase un tanto inadecuada “úselo o piérdalo”, está sin embargo respaldada por una sólida teoría ecológica.

Como no se me ocurre que poner como imágenes, voy a incluir fotografías de algunas de las páginas en cuestión.

La teoría de la cosecha se basa en que las poblaciones están reguladas por alguna combinación entre la reproducción, que depende de la densidad poblacional, y la mortalidad. Así, la cosecha es compensada hasta cierto punto si se disminuyen las tazas de mortalidad y se incrementa la fecundidad. Este concepto ha sido bien descrito y probado para mamíferos grandes (Fowler 1987), y se conoce que la regulación poblacional dependiente de la densidad aplica para C. porosus y muy, muy probablemente, los crocodilianos en general. Por consiguiente, se puede esperar que una cosecha sustentable de crocodilianos se encuentre soportada hasta cierto punto (por lo menos) por la taza intrínseca de incremento poblacional. La producción de la cosecha será más grande si viene de una población con capacidad de carga, pero existen buenos ejemplos de poblaciones de crocodilianos en proceso de recuperación que están siendo cosechadas sin que esto comprometa su recuperación.

Luego de la conservación y la comercialización, el tercer tema de discusión será el conflicto entre los crocodilianos y los humanos: esto es, la seguridad humana. Esto siempre ha sido una cuestión a considerar, pero se está intensificando en algunos lugares debido a que los esfuerzos de conservación han llevado a números más elevados de algunas de las especies más grandes y potencialmente más peligrosas, incluyendo algunas en áreas urbanas. Así, en el norte de Australia, hemos progresad desde la fase de “cacería descontrolada” a la fase de “los cocodrilos son sagrados” pero, a medida que las poblaciones de cocodrilos se recuperan y las poblaciones humanas dentro de los hábitats de los cocodrilos crecen, la probabilidad de un ataque solo puede fortalecerse. La ética de la conservación colisiona cada vez más con las consideraciones para la salud humana y esto implica retos significativos para las políticas y el manejo medioambiental. El peligro impuesto por los crocodilianos más grandes es una cruda realidad en muchos países. ¿Cómo pueden ser protegidos los seres humanos? Este libro es un elogio de los crocodilianos: Son animales magníficos, merecedores de gran admiración, y espero haber estimulado ese reconocimiento en capítulos anteriores. ¡Pero con certeza prefiero no ser comido por uno de ellos!

Uso Comercial de los Crocodilianos.

Hay muchas maneras en las que se puede hacer dinero con los crocodilianos y cada una de las especies vivientes puede tener un valor. Si no son reproducidos y criados, o cosechados, para obtener pieles y carne, pueden ser objeto de la venta local como comida (carne de monte, ver abajo). Estos son usos de consumo. Además, existe la observación de vida silvestre: un uso comercial de no-consumo y un adjunto lucrativo del turismo, uno que tiene una retroalimentación positiva con la conservación. Una rama alterna del turismo de vida silvestre es la cacería de trofeos, la cual definitivamente es una actividad de consumo, y un elemento común del amplio panorama del safari de caza en África y, en menor media, en Australia. Los crocodilianos proporcionan muchas cosas para vender.

Cosecha, Rancheo y Zoocria.

Algunos de los crocodilianos utilizados comercialmente han sido extraídos del ambiente natural a un tamaño que permite el uso de la piel, a veces de animales tomados del medio como huevos, recién nacidos o juveniles y “crecidos” en cautiverio (una práctica denominada rancheo) y algunos otros vienen de la zoocria de ciclo cerrado. No se trata de un negocio pequeño. La tabla 14.2 muestra la extensión de la proporción reportada del comercio internacional de pieles, por especie, como la compiló Caldwell (2012). Debido a una falta significativa de reporte, se piensa que el comercio es mucho mas grande de lo que sugiere la tabla.

La tabla 14.2 mencionada en el texto.

Muchas de las pieles producidas en la actualidad provienen del rancheo de especies del Apendice II de CITES, colectadas del medio natural como huevos. Esto toma ventaja de la ecología poblacional de los crocodilianos, por la cual un gran número de huevos se producen, pero cada uno solo cuenta con un pequeño chance de sobrevivir hasta llegar a subadultos o más allá. Las granjas pueden ser aprovisionadas recolectando huevos del medio silvestre –con poco o ningún detrimento a la población silvestre– incubándolos y luego criándolos hasta que alcancen un tamaño adecuado para aprovechar la piel. Las pieles pueden salarse y almacenarse para el envío (Figura 14.3).