Este artículo fué publicado el 14 de Noviembre en el diario
brasilero “O Tempo”, y escrito por Thuany Motta. No solo es relevante para la
situación brasilera contemporánea, sino para todas las sociedades modernas que
no se encuentren bajo régimenes dictatoriales (como Corea del Norte) o
monarquías (como Araba Saudita). En otras palabras, aplica a todas las sociedades
democráticas modernas.
En particular, viene siendo hora de que los colombianos
dejen de mirarse en el espejo de Venezuela, y comiencen a mirarse en el espejo
de Brasil. Porque en nuestro país también tenemos una plaga de analfabetismo
funcional muy seria.
Los Analfabetos funcionales ayudan a la proliferación de
fake news*
Ellos son el 30% de los brasileros y tienen fuerte presencia
en las redes sociales, pero carecen de capacidad analítica.
*En inglés en el original. "fake news" traduce literalmente: "noticias falsas"
Tres de cada diez brasileros con considerados analfabetos
funcionales. Tienen limitaciones para leer, interpretar textos y hacer
operaciones matemáticas en situaciones del día a día. Aún así, están mcada vez
mas conectados a las redes sociales. Es lo que muestra una investigación
realizada por el Indicador de Analfabetismo Funcional (Inaf), con 2002 personas
en todo el país. El estudio apunta a que el 86% de los entrevistados utilizan
el WhatsApp, y 72% el Facebook.
Uno de los mayores impactos de la alta presencia del
analfabetismo funcional en el mundo digital es que esas personas se encuentran
mas susceptibles a la desinformación, principalmente cuando se trata de memes,
imágenes manipuladas y usadas en contexto falso, como las fake news, por
ejemplo.
“No es una cuestión de falta de inteligencia por parte de
esas personas, sino de ausencia de la capacidad de analizar, críticamente y de
manera satisfactoria, lo que llega ante ellas. Entonces, es mucho mayor el
chance de que compartan mensajes con contenido distorsionado y engañoso, cuya
fuente no acostumbran verificar”, explica la investigadora Fernanda Cury, una
de las coordinadoras del análisis. Según la especialista, la mayor parte de los
analfabetos funcionales también es incapaz de elaborar contenido propio. “En la
mayoría de los casos, le dan “me gusta” a las imágenes y repasan lo que
encuentran interesante, pero no crean cosas propias”, afirma.
Adaptación
Fernanda apunta que tanto el uso del Whatsapp como el de
Facebook por parte de ese público está asociado al envío y compartimiento de
videos, audios y emojis, lo que facilita la comunicación.
“Esas personas encontraron formas mas fáciles de repasar el
contenido de los mensajes en el momento en que se comunican con otros. Ellos
evitan, en ese caso, el texto escrito, que es mas difícil de ser interpretado”,
explica.
Quien corrobora esa posición es el científico político
Daniel Cara, presidente de la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación. “Los
datos apenas muestran aquello de lo que ya se venía hablando: Incluso en
condición de analfabetismo funcional, las personas se comunican de la forma que
puedan, incluyendo las redes sociales”, enfatiza. Según el Inaf, existen dos
tipos de analfabetos funcionales: los absolutos y los rudimentarios. Los
primeros pueden firmar su nombre con dificultas, pero consiguen, eventualmente,
ver los precios de los productos, revisar el cambio de la compra, llamar a un
némero telefónico e identificar un bus por el nombre. Los rudimentarios, por
otro lado, solo leen lo suficiente para conseguir localizar informaciones
explicitas en frases o textos cortos y saben sumar decenas, pero no consiguen
identificar cual operación matemática es necesaria para resolver un problema
cotidiano.
La tecnología es una forma de inclusión
La rapidez en la facilidad de acceso a la tecnología y, en
consecuencia, al internet por parte de los analfabetos funcionales es vista con
reservas por los especialistas. Estos
defienden que esa misma velocidad debe ser empleada para permitir que el
contexto digital sea la puerta de entrada para la inclusión de esas personas en
la educación.
“Hoy en día todo es muy rápido y urgente. Deberíamos adoptar
esa misma velocidad tecnológica también en pro del avance de los métodos
educativos”, afirma Joao Batista Oliveira, presidente del instituto Alfa y Beto
y Doctor en investigación educativa de la universidad de Florida.
Para el científico político Daniel Cara, coordinador general
de la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación, son necesarias acciones
asertivas. “Si son bien aprovechadas, de manera respetuosa, las redes sociales
son una oportunidad de encontrarse y trabajar con esos ciudadanos en condición
de analfabetismo funcional”, afirma.
Inédito
Datos. Esa es la primera vez que el Inaf – que investiga el
analfabetismo desde 2001 – trajo informaciones relacionadas a la presencia de
los analfabetos funcionales en el contexto digital del país.
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